LOGROS:
- Se logró superar la meta de la población atendida, inicialmente se planeó vincular al programa 584 jóvenes; sin embargo, con los ajustes realizados al programa para su implementación de manera virtual y el apoyo en la implementación del programa de la Organización Internacional del Trabajo – OIT, se logró focalizar, seleccionar y caracterizar 817 jóvenes víctimas del conflicto armado entre 16 y 21 años, con el fin de orientarlos en su proyecto de vida.
- Se logró establecer alianzas con los sectores productivos, académicos, empresariales e institucionales, con el fin de apoyar el proceso de orientación vocacional y socio ocupacional de jóvenes víctimas del conflicto armado. Lo anterior, ha permitido robustecer el proceso de orientación, ya que se logró unificar las necesidades de los participantes, fortalecer sus habilidades y conocimientos y vincularse a los procesos de gestión y colocación del SENA y el Servicio Público de Empleo; conocer las oportunidades laborales y productivas que ofrece el territorio y las necesidades que demandan los empleadores.
- Se logró mejorar la calidad de la atención que se brinda a los participantes del programa, ya que, para esta vigencia se ampliaron los componentes de intervención del mismo y se incluyeron espacios para abordar temas de cuidado emocional y formación, tanto para los jóvenes participantes como para el talento humano que realiza las actividades de acompañamiento y orientación.
- Se logró afianzar la confianza de los participantes respecto a los programas que contribuyen a su reparación y a las acciones que adelanta el estado, ya que, con el fortalecimiento de los procesos de acompañamiento psicosocial, los participantes han visto en el programa, un espacio no sólo de aprendizaje sino también de expresión y reconocimiento del impacto emocional y salud mental que se ha generado a causa de la pandemia por el COVID-19.
Lecciones aprendidas
o La modalidad blended lerning (clases virtuales sincrónicas y asincrónicas) con la que se realiza el programa de orientación vocacional ha permitido el acercamiento y la comunicación asertiva con las y los jóvenes participantes.
o El acompañamiento psicosocial se ha convertido en la apertura de espacios de expresión y reconocimiento del impacto emocional y salud mental en relación con la pandemia por COVID-19, lo que ha permitido la recepción positiva de las y los jóvenes del programa y sus redes de apoyo.