La trata y la explotación de personas constituyen una de las más graves violaciones a los derechos humanos, porque implica la obtención de una utilidad o ganancia a costa de seres humanos que son considerados como mercancía, lo que afecta gravemente su dignidad, integridad y libertad.
La trata de personas y el trabajo forzoso, al sr problemáticas complejas, deben abordarse tanto desde su dimensión social como cultural, política y económica por lo que requiere de un abordaje transversal, integral e interdisciplinario, que se oriente de forma simultánea a la prevención, la erradicación y sanción del delito y a la asistencia y protección a sus víctimas.
Argentina fue uno de los primeros países en sancionar una ley específica para combatir el delito de la trata de personas. En el año 2008 se sancionó la Ley n° 26.364 de Prevención y Sanción de la Trata de Personas y Asistencia a sus Víctimas (posteriormente, en el año 2012, se sanciona su modificatoria, la Ley n° 26.842)
En función de la transversalidad de las problemáticas y de la variedad de actores estatales con competencia en ella, la ley exige la elaboración de planes de trabajo cada dos años. Nace así el primer Plan Nacional Bienal 2018-2020. Dicho Plan, es un instrumento de gestión orientado a articular acciones de prevención, persecución del delito y asistencia integral a las víctimas, asumiendo como política de Estado la erradicación de la trata de personas y el trabajo forzoso. Su diseño parte de tres ejes estratégicos y uno transversal.: prevención, persecución, asistencia y fortalecimiento y articulación institucional. Este plan fue elaborado por el Comité ejecutivo de lucha contra la trata de personas, del cual el Ministerio de Trabajo forma parte junto con Desarrollo social, Justicia y Derechos Humanos y Seguridad.
En este marco, el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, tiene a su cargo diferentes acciones centradas en la Prevención: a través medidas y acciones cuyo objetivo es la transformación de los patrones, factores y condicionamientos culturales que naturalizan las problemáticas de trata y el trabajo forzoso. Para ello implementa, actividades de información, sensibilización y capacitación en diversos ámbitos y dirigidas a distintos públicos. Persecución: al tener facultad inspectora, inspectores capacitados trabajan en la detección de posible indicio de trata o trabajo forzoso. Por último, para una asistencia integral de la víctima, busca garantizar el acceso al conjunto de herramientas y proyectos que les permita capacitarse para la para la posterior inserción laboral.